Un sistema HVAC es un sistema de climatización y ventilación, que procede de “Heating Ventilation Air Conditioning”, es decir, calefacción, ventilación y aire acondicionado.
¿Para qué sirve un sistema HVAC?
Su finalidad es la de proporcionar un ambiente cuya temperatura, humedad relativa y pureza del aire que sean confortables y saludables.
Los sistemas HVAC velan por la seguridad y el bienestar de las personas proporcionando un confort térmico óptimo.
El sistema no solo se enfoca en el aire interior, si no que controla el suministro del aire del exterior, gestionando los niveles de dióxido de carbono dentro del espacio en el que se encuentra.
¿Cómo funciona el HVAC?
Este sistema contiene un gas que al comprimirse aumenta su temperatura, al calentarse pasa por un conducto desde el cual disipa su calor. Después se enfría paulatinamente hasta transformarse en un líquido de baja temperatura.
Este líquido discurre por una válvula de expansión y mediante la evaporación se convierte en un gas frío deja presión.
Va absorbiendo el calor interior o exterior del ambiente al discurrir por los conductos. Y finalmente se expulsa por las rejillas de ventilación.
Los sistemas actuales suelen contar con termostatos que detienen el proceso o lo dejan a la espera. También suelen contar con un sistema de recuperación del calor.
Para el calentamiento funciona como un sistema de ventilación de doble flujo, ofreciendo aire caliente gracias a un intercambiador de calor, que es mucho más eficiente que un aire acondicionado tradicional.
Para el enfriamiento del ambiente se emplea el enfriamiento evaporativo y ventilación mecánica de doble flujo. Y es este sistema de ventilación mecánica de doble flujo la que hace que el aire se filtre correctamente y haya una buena ventilación.
Aplicaciones del sistema HVAC
Cada vez es más habitual que grandes edificios industriales, bloques de apartamentos, edificios elevados y actuales y otros grandes ambientes interiores.
También son fundamentales en entornos con normas sanitarias que requieren que la temperatura y la humedad permanezcan en ciertos niveles, empleando el aire extraído del exterior.
En los hogares españoles también se emplean los sistemas HVAC mediante dispositivos más pequeños.
Qué tener en cuenta a la hora de instalar un sistema HVAC
Lo primero que hay que saber es cuál es la potencia frigorífica necesaria y la correcta distribución del aire.
El diseño del sistema también debe ser el adecuado de acuerdo al uso que se le vaya a dar al espacio, no es lo mismo climatizar una oficina, que una vivienda.
Para que el sistema HVAC siga proporcionando confort y salud, necesita un mantenimiento y limpieza adecuados.
Si tienes alguna duda ¡consúltanos!