La calefacción central consiste en contar con una caldera común que calienta el agua del sistema de calefacción de cada piso, esta agua caliente se distribuye por todo el edificio y de este modo el coste se divide de forma uniforme entre todos los pisos.
El objetivo de individualizar la calefacción es repartir los costes de manera equitativa, quien más gasta, mas paga. Pero ¿se consigue este objetivo en la realidad? Lo veremos ahora.
Cómo individualizar la calefacción central
A los radiadores se les instala una válvula termostática, un cabezal termostático y un repartidor de costes.
Los repartidores de costes no dan una lectura 100% real del gasto de cada radiador, sino que estiman un consumo de energía para cada uno de ellos, este es un detalle muy importante porque muchas veces se cree que con un repartidor de costes se obtiene una lectura real del gasto, y no es así.
Otra de las ventajas que se les achaca es que de esta manera se puede regular cada radiador de acuerdo a las necesidades de cada estancia, pero no es necesario instalar un repartidor de costes para ello, ya que con un sistema tradicional que permita abrir y cerrar la llave de paso de cada radiador, es suficiente.
Desventajas de individualizar la calefacción central
Además no tener un consumo real (simplemente estiman midiendo la diferencia de temperaturas entre el radiador y el exterior), en ocasiones hay que llevar a cabo obras ya que no siempre hay espacio suficiente para poner las válvulas termostáticas en cada radiador. Esto puede suponer además que la instalación de las válvulas corra a cuenta de cada propietario de esos radiadores y el coste de la instalación debe pagarlo el.
A esto hay que sumarle el coste de los materiales, de la visita del proveedor de la individualización, el coste del repartidor de costes y de las válvulas y cabezales, por cada radiador.
Si se rompe o se le acaba la batería al repartidor de costes hay que volver a pagar por ello y por la visita del instalador. Mientras que el repartidor no funcione, entiende que el radiador está encendido y se le asocia un consumo elevadísimo.
Hasta por la lectura de cada repartidor, al empresa intermediaria cobra.
Algunos cabezales termostáticos producen ruido ya que se puede escuchar cómo se regula el paso del agua.
Los edificios con calefacción central suelen estar bien aislados del exterior, pero no tanto entre pisos y plantas, por lo que al encender todos los radiadores a la vez, el edificio se calienta de formas bastante uniforme, aunque siempre a los últimos pisos les cuesta más, pero si individualizamos la instalación, si solo se encienden los radiadores de un piso, el calor se va a dispersar por los pisos colindantes y el consumo de energía se vuelve menos eficiente.
Alternativas para ahorrar en la factura de la luz
–Mejorar el aislamiento térmico del edificio.
– Instalar calderas de biomasa.
– Instalar sistemas de ventilación con recuperadores de calor.
De todas formas, consúltanos y veremos en tu caso particular, de tu vivienda o negocio, cual es el sistema más rentable para ahorrar costes energéticos.
