Mediante una oficina inteligente se añade un valor añadido para trabajadores y empresarios, conectando a los usuarios de la oficina con el edificio significa aprovechar el potencial de la digitalización para dar una respuesta rápida a los desafíos en las oficinas:
– Atraer y retener el talento.
– Crear las condiciones necesarias para la innovación.
– Dar un extra de seguridad.
– Mejorar la productividad, la agilidad y la sostenibilidad.
– Mejorar la imagen corporativa.
¿Qué es una oficina inteligente?
Se trata de automatizar y digitalizar el entorno de trabajo de cara aumentar la satisfacción y la seguridad de los usuarios.
Se une la tecnología y el diseño de oficinas en un entorno innovador que hace más atractivo el lugar de trabajo.
Además de mejorar la funcionalidad, el rendimiento y la seguridad, proyectan una magnífica imagen corporativa tanto para empleados como para clientes y potenciales clientes.
Mediante una oficina inteligente los empleados no necesitan intervenir de forma manual a la hora de encender y apagar luces, regular la temperatura, mover cortinas o escoger la música ambiental.
Entre las funciones más habituales en una oficina inteligente está la automatización de la iluminación y la climatización.
¿Cómo hacer una oficina inteligente?
- Mejorar la experiencia de los usuarios de la oficina: de cara a que se sientan seguros y cómodos, tengan el control sobre su entorno y encuentren los espacios y soportes correctos. Mediante la incorporación de la automatización a la hora de apagar o encender luces, gestionar la temperatura, la subida o baja de persianas o escoger música se evita el uso de los pulsadores individuales, ganando tiempo, seguridad e higiene. Además se garantiza la eficiencia energética.
- Bienestar: las tecnologías inteligentes promueven una mejor salud y bienestar. Aquí es fundamental la automatización de la iluminación, del sombreado y la climatización de manera que las condiciones ambientales se ajusten de forma automática monitorizando la luz interior, exterior, la calidad del aire, del agua, la temperatura y los niveles de ruido. Incluso ante grandes inclemencias climáticas como las tormentas y heladas, se puede contar con una estación meteorológica que haga que el edificio responda de forma automática evitando daños en persianas o toldos.
- Agilidad: una oficina inteligente es más ágil y flexible ya que se obtienen datos en tiempo real que permiten adaptar el espacio de trabajo.
- Conectividad: facilitan la coordinación de manera efectiva, pudiendo integrar datos como quién se encuentra en la oficina con datos sobre el clima, para adaptar de manera automática la climatización. Una de las muchas aplicaciones que puede tener una ofician inteligente es también el acceso del personal mediante llaves encriptadas NFC. También se puede integrar un sistema de alarma que se active automáticamente cuando no se detecte personal en el interior, que realice llamadas a las personas responsables.
- Sostenibilidad: A través de una oficina se reduce el impacto ambiental, se gana en eficiencia energética, se reducen los costes en energía y se apoya la responsabilidad social corporativa. El consumo de energía se adapta automáticamente de acuerdo a la ocupación y uso del edificio.