Las grandes empresas están obligadas por ley a pasar una auditoría energética, y para el resto de empresas no siendo obligatorio es de lo más recomendable, por sus enormes ventajas, por ello hoy os queremos hablar de las auditorías energéticas para empresas.

¿Qué es una auditoria energética para empresas?

Es un estudio completo del edificio y sus instalaciones que debe ser realizado por auditores energéticos cualificados.

Mediante este estudio se consigue información sobre la energía consumida, analizando aspectos técnicos y económicos, detectando los puntos a mejorar donde se pierde energía o esta es poco eficiente y se proponen medidas de mejora con el objetivo de reducir el consumo y por lo tanto, el gasto energético.

Estas acciones las regula el Real Decreto 56/2016 donde se establecen las actuaciones a realizar en el consumo energético que contribuyen a la eficiencia de la energía primaria consumida y a su consiguiente ahorro.

Un aparato electrónico o una instalación son energéticamente eficientes cuando necesitan menos energía para llevar a cabo el mismo trabajo, cuando su consumo energético es inferior al de la media.

En una auditoría energética se analizan principalmente los siguientes factores:

• El consumo energético.
• La distribución de la energía por la red eléctrica.
• La potencia que consumo la iluminación.
• El rendimiento de los equipos de climatización y las calderas.
• Se comprueba la existencia y correcto funcionamiento de sistemas de monitorización y control.

¿Qué empresas deben pasar una auditoria energética?

Todas aquellas que tienen más de 250 empleados, o las que tengan un volumen de negocio que supere los 50 millones de euros y a su vez tengan un balance general que exceda de 43 millones de euros. También está obligados los grupos de sociedades.

La no realización de la auditoría energética en este tipo de empresas se establece como infracción muy grave, acarreando multas de 10.001 a 60.000€.

Ventajas de la auditoria energética

Las ventajas y beneficios de realizar una auditoria energética en las empresas, más allá de su obligatoriedad para las grandes empresas, son las siguientes y cualquier tipo de empresa, puede disfrutarlas:

• Anticipar el coste de la energía, pudiendo controlar la facturación. E identificar posibilidades de ahorro.
• Detectar factores que afectan negativamente al consumo de energía.
• Aumentar la competitividad, mejorando los procesos de productividad, de manera directa o indirecta al llevar a cabo las medidas de ahorro e innovación tecnológica.
• Contribuir al desarrollo y crecimiento sostenibles.
• Mejora de su reputación corporativa.
• Ahorro económico al reducir el gasto en energía.
• Menos dependencia energética.
• Reducción de emisiones de CO2.
• Fomentar la Responsabilidad Social Corporativa.
• Mejorar la seguridad: al realizar cambios en maquinaria y equipos, se incrementa la seguridad ya que cuanto más antiguos sean, mayor riesgo de accidentes, fallos o fugas hay.
• Obtener certificados energéticos de las instalaciones.
• Conocer la viabilidad técnica y económica de la implantación de ciertas medidas.